"Menos mal que existen los que no tienen nada que perder, ni siquiera la historia."

Cansancio selectivo

Llega a ser tanta la saturación, que Brazoleño evita pronunciarse públicamente también por via de este blog. Así pasan los meses sin hacer nuevas entradas. No por falta de temas, sino más bien por exceso de ellos.
Hoy, quien sabe porqué, vuelve a la tarea sin cejar al cansancio. Le inquieta a Brazoleño la reiterada referencia al gasto que casi todos los actores principales y muchos secundarios de esta ingente representación vienen haciendo. No porque no sea cierto que unas elecciones generales movilizan gran cantidad de euros, ni porque no sea cierto que podría racionalizarse esa movilización dineraria, sino porque el hecho pretenda servir como argumento para otra cosa.

Democracia es también convocar a consulta en plazos más cortos, reintentar las cosas, volver a las urnas.
Democracia es que vuelvan a solicitar nuestro concurso y que nosotros, ciudadanos que queremos hacernos responsables de nuestras vidas, no nos desentendamos porque hace poco que realizamos el supremo esfuerzo de caminar hasta el colegio electoral hace cuatro o seis meses.

Cierto que los actores protagonistas de esta función no estuvieron en sus mejores días, pero ¿No tenemos los ciudadanos parte de responsabilidad en ello? ¿No fuimos nosotros quienes les dimos los papeles relevantes a ellos? Igual pusimos nuestra confianza en unos sujetos poco dotados para entender lo que queríamos o igual-Brazoleño tiende a creer más esto último- llevábamos demasiado tiempo dejándonos hacer como para que este intento funcionase.

Cualquiera que sea la causa, estamos aquí, el sistema que-dicho en el grandilocuente modo que tanto gusta a algunos- nos dimos con la Constitución Española, esa que tanto quieren defender algunos de boquilla, nos llama a utilizar las urnas de nuevo. Es parte del plan también, es lo que toca, aunque seguro que quienes votaron sí en aquellos entonces, pensaban que era un florilegio más el redactar algo al respecto y tal. Toca repensarse las cosas, sí ¿Cuál es el problema?

El problema, dicen, es el elevado gasto. Resulta que un diputado que solo sus votantes conocen (Y aún dudo que muchos de ellos lo conozcan bien) sale de la reunión con el Jefe del Estado y en su minuto de gloria ante la prensa, cuenta que el monarca comentó su preocupación por los gastos que esto acarrearía. ¡Ya hay titulares y materia para tirar otro par de semanas, chicos! debieron pensar los allí reunidos, inquietos porque iban a quedar sin crónica de las sucesivas no reuniones, reuniones fallidas, telefonazos y tuits por enviar. El rey está preocupado ¡Qué sentido de Estado! O sea, el señor que vive a costa de todos en un palacete construido ad-hoc para él y su familia, cuando Patrimonio Nacional dispone de decenas de palacios, palacetes, alcázares y otros aposentos por todo el territorio en los que podría haberse instalado. Ese señor que necesita que un tipo uniformado le abra y cierre las puertas, ese, cuyo sentido de la mesura y la austeridad permitió que se pintara al fresco toda una catedral para su boda religiosa y decenas de etcéteras más, está preocupado por lo que vayamos a gastar en opinar. Que no lo ha dicho él de viva voz, oye, que nos cuenta uno que salió de hablar con él y creyó deducirlo de sus comentarios, pero no importa, muchos otros van a sumarse a esa ola y van a permitir que nos despistemos del asunto esencial.

¿Cuantos opinólogos y tertulioides y otras hierbas se han hecho lenguas de lo que costaría una dictadura? Porque en ella no tendríamos gastos electorales ¿Verdad?
¿Les parecerían mal gastos electorales en Venezuela si estuvieran seguros de que se iría Maduro? ¿O los gastos que pudieran generar eleccioness municipales y autonómicas si tuvieran la certeza de que saliera Bildu de las plazas que ahora ocupa?... Brazoleño se teme que en esos casos se darían los dineros por bien gastados. Pocos o ninguno comentó del gasto para las arcas guineanas que ha supuesto la confirmación de Teodoro Obiang, ese buen amigo que aacompañó a Rajoy, al monarca emérito y a otros varios de nuestros próceres en alguno de sus momentos estelares.

El problema, idiota, no es la suma de euros, el problema es que sea hoy, ahora y teniendo cómo culpar a según quienes de tamaño dispendio. Para evitarlo, nos vienen a convidar a mierdas varias, como la de poner a gobernar a quienes nadie ha elegido. Independientes de orígenes diversos, dicen. ¿Se les ocurre que entonces el desperdicio ya habría estado hecho por el simple acto de votar para que ninguno de los votados gobernase? ¿Se les ocurre hasta que punto eso vulnera el sentido de democracia? ¿Quién designaría a esos independientes?¿Por qué a ellos?...Puede que se les haya ocurrido, pero no importa.

Algunos se animan a hacer otras ofertas como reducir el periodo  de primarias en sus partidos, los plazos... Plenamente democrático acortar aún más el tiempo para el voto rogado, tanto más hurtar a los militantes lo prometido en algún calentón anterior. Si tanto les preocupa el gasto ¿Qué tal renunciar a dietas y prebendas sea o no periodo electoral?

A Brazoleño le suena a que, convertir en drama un hecho democrático, poco deseable quizá, pero previsible en alguna ocasión, un hecho democrático que acaso lo que pone de relieve es la imperfección del modelo que nos dimos, solo sirve a un propósito final, convencernos de que opinar y pensar con cierta frecuencia es cansino, de que se lo dejemos a otros, de que sigamos delegando en quienes ya tienen práctica en esto, ellos que velan por nosotros, se sacrificarán y nos quitaran la pesada carga de informarnos, reflexionar y decidir sobre nuestras propias vidas y las de nuestros hijos y nietos. ¡Qué quieren que les diga! A Brazoleño le resulta infinitamente más agotador acudir a un trabajo mal pagado y cada vez más precario, o esperar en la fila del INEM o aguardar una atención médica debido a las listas de espera, o comprobar cada día la falta de vergüenza de quienes se atribuyen el buen saber de lo que debe ser el mundo.