Una patria vacía y estruendosa, que pringa las fachadas y no
genera amparo ni sosiego. Una patria que celebra su día sacando los ejércitos,
las armas a la calle, martirizando fauna y amordazando gentes que quieren otras
cosas, acaso otras patrias más acogedoras, que puedan llevar tizne en las manos, pero no
en el alma, que no se llene las bocas de soflamas mientras vuelven la espalda a
la mar que las baña.
Otras patrias serían quizá la patria. Esta es solo
vergüenza y exclusión y no llevan camino de enmendarlo quienes se envuelven en
ella para esconder su verdadero rostro de todos nosotros